Azkoitia

Palacio Intxausti

Edificios singulares de Gipuzkoa

El Palacio Intxausti, construido por Xabier de Munibe, octavo Conde de Peñaflorida, fue, es y será siempre punta de lanza de las innovaciones científicas, técnicas y sociales del País Vasco

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El Palacio Intxausti es un hermoso palacio barroco construido a mediados del siglo XVIII. Es un edificio único en su género, ya que corresponde de la mentalidad innovadora de la ilustración, llegándose a desarrollar en su edificación todo un tratado teórico de arquitectura para demostrar cómo debía ser un palacio ilustrado.

El Palacio se construyó en el antiguo solar de Intxausti, que se remonta a los orígenes de la villa de Azkoitia. A su lado se levanta la capilla del Espíritu Santo, obra del arquitecto José de Lizardi.

El edificio azkoitiarra fue cuna de Xabier de Munibe. El Conde de Peñaflorida fundó en este lugar la Academia de Azkoitia, así como la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País en 1764.

Fue el Conde de Peñaflorida, Xabier de Munibe, quien hizo llamar a un maestro decorador de Italia para la reforma de la vivienda. Reformó el Palacio para que se adecuara al gusto de la época.

Además de las instituciones fundadas por Xabier de Munibe, el Palacio Intxausti ha sido cuna de grandes descubrimientos y acontecimientos. Entre sus muros tuvieron lugar los ensayos de la primera obra teatral con letra en euskara. La obra se llamaba “El Borracho burlado” y puede presumir de haberse puesto en pie en este mismísimo lugar.

Así mismo, fue un excepcional centro de investigación para la ciencia. En sus laboratorios se descubrieron el tungsteno y el wolframio. Los hermanos Juan José y Fausto Elhuyar estaban en el Palacio Intxausti de Azkoitia cuando dieron con estos elementos, imprescindibles para el desarrollo económico de la zona.

En 2006 reabrió sus puertas para volver a ser sede de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. Actualmente cuenta con despachos, salas de reuniones, salón de actos y una sala de Memoria Histórica en sus instalaciones. Sus paredes también acogen la sede del Instituto Internacional Xabier de Munibe, así como las oficinas de Iraurgi Lantzen, entidad con la intención de desarrollar el Urola Medio.

Todavía hoy el Palacio Intxausti sigue siendo núcleo de innovación y desarrollo de la localidad. Desde el siglo XVIII no ha perdido este espíritu de lugar de pervivencia de la cultura vasca y de estar a la vanguardia de la innovación tecnológica, científica y social. Un edificio que es el orgullo de los azkoitiarras.