Donostia-San Sebastián

Palacio Diputación

Edificios singulares de Gipuzkoa

Inspirada en la Ópera Garnier de París, el Palacio Diputación es uno de los edificios más queridos de la capital donostiarra. Es la sede principal del Gobierno de la Diputación Foral de Gipuzkoa

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Construido en plena Plaza de Gipuzkoa, centro neurálgico de San Sebastián, el Palacio de la Diputación es uno de los edificios más singulares y llamativos de la capital guipuzcoana. Terminado en 1890, la Diputación de Gipuzkoa tomó todo el edificio para ser su sede principal en 1948. Actualmente el edificio se divide en dos, el ala que da hacia la Plaza de Gipuzkoa es la sede de la Diputación Foral, mientras que el lado opuesto lo ocupan las oficinas centrales de Kutxa.

Proyectado por José Goicoa, el edificio se planteó como tres edificios de una sola fachada. El ala derecha, obra de Ramón Múgica, era el edificio de Hacienda; el ala izquierda, de diseño de Manuel de Urcola, el Gobierno Civil, y el edificio central de Lorenzo de Arteaga y Manuel de Urcola, la sede de la Diputación. El aspecto de la fachada principal recuerda en gran parte al de la Ópera de París, diseñada por Charles Garnier.

La construcción original se terminó en 1885, pero la suerte quiso que el edificio se destruyera en un incendio. Esa misma suerte tuvo a bien conservar las fachadas y los cimientos, lo que permitió reconstruir el edificio, que respetó al máximo el diseño original. Así, tras 5 años de trabajos de reconstrucción, finalmente vería la luz el actual Palacio Diputación.

El Palacio cuenta en su fachada principal con los bustos de ilustres guipuzcoanos como Elcano, Oquendo, Lezo, Legazpi o Urdaneta. Sobre sus rostros se encuentra el escudo histórico de la provincia de Gipuzkoa.

Pero si el conjunto del Palacio Diputación es de los más llamativos de Donostia, su interior no desmerece. El vestíbulo llama la atención por su gran escalera de estilo imperial recubierta de mármol blanco. Este gran salón está presidido por una vidriera que recuerda la jura de los Fueros por Alfonso VII.

Junto al vestíbulo, también son llamativos el Salón de Recepciones, la Sala de Gobierno o el Salón de la Reina, donde se conserva el retrato de María Cristina de Habsburgo. También se encuentran en su interior la Biblioteca, el Salón de Sesiones (utilizado anteriormente por las Juntas Generales de Gipuzkoa) y las dos grandes vidrieras que cierran los patios laterales de los Hermanos Maumejean.

Frente al Palacio Diputación está la Plaza de Gipuzkoa, un conjunto de jardines que componen uno de los lugares de esparcimiento más queridos por los donostiarras. En él se puede encontrar un gran reloj, un pequeño lago con patos y cisnes y un tablero geográfico en el mismo centro de la plaza.