Iglesia del Juncal

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Iglesia Parroquial de Santa María del Juncal, en Irun, es una iglesia proyectada y edificada en la época renacentista pero respondiendo a patrones góticos por su sistema constructivo y sus formas. Es un edificio de volumen notable y relativamente simple, que destaca por la singularidad de la torre y los volúmenes más bajos con dependencias anexas y la sacristía.

La Iglesia del Juncal no destaca por sus detalles compositivos, sino por los volúmenes de sus naves, torres, muros y contrafuertes. Sólo los accesos al templo tienen una decoración mayor. Consta de dos cuerpos la portada, la inferior es una gran puerta sin parteluz. Las jambas y dintel presentan trabajos de moldura finos. A ambos lados se levantan pareados de columnas clásicas sobre zócalos altos. Sobre ellos se muestran frisos donde se pueden percibir triglifos y metopas. Se trata de uno de los primeros ejemplos en Gipuzkoa de una portada barroca.

En el interior llaman las columnas clásicas de fuste cilíndrico de base ática y capitel dórico toscano sobre los que se apoya la construcción. Sobre los capiteles se perciben los nervios que sostenían las antiguas bóvedas de las cuales sólo se conservan la del ábside y la del coro, habiendo sido sustituidas las restantes en 1912.

El interior se encuentra iluminado mediante sendos ventanales en las naves laterales, un ventanal por tramo. Así mismo, destacan los ventanales rasgados que se abren al ábside abiertos en el siglo XVII, así como fueron los óculos.

La torre es el principal elemento llamativo de la Iglesia del Juncal. Está adosada a la iglesia en su imafronte, por el lado de la fachada principal, justo al lado de la portada. La construcción de base cuadrangular dispone de algunas ventanas. El cuerpo superior cuenta con dos campanas y el reloj. La torre cuenta con un garitón adosado con escaleras de caracol al interior. El carácter de la torre queda remarcado pro las pequeñas ventanas, que le dan un aspecto militar en forma de saeteras.

Esta construcción, principalmente del siglo XVII, entremezcla el gótico, el renacimiento y el barroco para dotar a la ciudad de Irun de una iglesia parroquial de singulares características y de una fuerza y personalidad arrolladoras. Con sus 45 metros de largo, 24 metros de ancho y 22 de alto, es una de esas construcciones que inevitablemente quedan grabadas en la memoria de todos sus visitantes, una iglesia ligada inevitablemente a la localidad.