Zumarraga

Ermita de La Antigua

Edificios singulares de Gipuzkoa

La Ermita de Santa María La Antigua forma junto a los Santuarios de Loyola y Arantzazu la Ruta de los Tres Templos de Tierra Ignaciana. Es un templo de peregrinación con un interior en madera que la convierte en una construcción única

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La ermita de Santa María (La Antigua) está considerada como la catedral de las ermitas vascas. Es, junto a los Santuarios de Loyola y Arantzazu, el punto religioso más importante del Territorio Histórico de Gipuzkoa. La Ermita de La Antigua forma parte de la Ruta de los Tres Templos de Tierra Ignaciana, junto a los Santuarios de Loyola y Arantzazu.

Se cree que la iglesia de La Antigua pudo haberse construido sobre un fuerte defensivo del siglo XII. La referencia más antigua de la iglesia es de 1366 y se sabe que fue parroquia de Zumarraga hasta 1576.

Fuentes oficiales apuntan a que la iglesia originalmente era más pequeña que la que en la actualidad se puede visitar. Aún así, la construcción era todavía muy grande para la cantidad de personas que en Zumarraga vivían. Este hecho da cuenta de que la ermita de La Antigua era un punto de peregrinación de distintas localidades próximas a Zumarraga.

El exterior de la ermita es de un diseño austero, sin grandes adornos. Podría pasar por un palacio, aunque su interior esconde un complejo de vigas, tornapuntas, tirantes y antepechos de una iglesia extraordinariamente cubierta en artesonado de madera de roble.

Dice la leyenda que los gentiles veían a los cristianos construir la ermita. Entendían los gentiles que esto era el final de su ser, por eso comenzaron a lanzar grandes piedras desde Aizkorri, para tratar de destruir el templo. Los gentiles fallaron en su objetivo. Los lugareños, tomaron las piedras de los gentiles y las emplearon para terminar la construcción de la ermita.

En el siglo XVI se culminó el coro y a mediados del siglo se le dotó de bóvedas y se construyó el retablo principal, dedicado a La Visitación, todo ello mientras la iglesia perdió su categoría de templo parroquial y quedo reducida a simple ermita. En el siglo XVIII se amplió la ermita por el lado del presbiterio con la construcción del ábside y se restauraron gran parte del tejado. En los años 70 se tiraron las bóvedas y se eliminó la casa de la serora.

Cada 2 de julio, con la celebración de Santa Isabel, se baila la conocida ezpatadantza en la misa mayor que tiene lugar en este lugar.

Está declarada como Monumento Histórico-Artístico Nacional desde el 23 de septiembre de 1965, y Monumento Histórico-Artístico Vasco desde el 27 de julio de 1984.